¡No podría ser más sencillo! Para comenzar, debes realizar tu apuesta inicial. Luego, tanto tú como el crupier recibirán una carta boca arriba. Si tu carta tiene un valor mayor que la del crupier, ganas automáticamente y recibes un pago igual a tu apuesta inicial. Sin embargo, si las cartas tienen el mismo valor, se produce lo que llamamos "Guerra".
En caso de guerra, tendrás dos opciones: rendirte o ir a la batalla. Si decides rendirte, perderás la mitad de tu apuesta y se acabará el juego. Pero si eliges ir a la batalla, deberás realizar una segunda apuesta del mismo valor que la inicial antes de continuar.
A continuación, se repartirá otra carta boca arriba tanto para ti como para el crupier. Si esta vez tienes una carta más alta que la del crupier, ganarás y recibirás un pago igual a tu segunda apuesta. ¡Pero cuidado! Si las cartas vuelven a tener el mismo valor, la guerra continúa y se repite el proceso hasta que haya un ganador.